Desvalorizando tu vida
sin importar tus sentimientos,
tus placeres
ni tus dolores,
hechandote de tu hogar,
de tu lugar.
Disminuyendote a solo un objeto.
Una atracción.
Un abrigo.
Un pedazo de carne.
Soñador de libertad.
Por no pertenecer a la raza humana
el antropocentrismo te pisotea.
te aniquila.
te extingue
Y a tu inocente alma le pone un precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario